José Luis Egío
El consejero popular de Hacienda en la Región de Murcia, Javier Celdrán, se destapó en redes el 30 de mayo con un tuit en el que atacaba el ingreso mínimo vital impulsado el gobierno de coalición, llamándolo “gasto máximo mortal”. Celdrán tachó la medida de “acto electoral” y aseguró que medidas así nos llevaban “directos a la quiebra”.
Se da la paradoja, sin embargo, de que Murcia será una de las regiones más beneficiadas por esta medida. En esta Comunidad Autónoma una de cada tres familias se encuentra en riesgo de pobreza: hasta 273.000 personas viven estancadas en ella según el último informe FOESSA. Esto hace que más de 20.000 familias murcianas puedan optar a esta ayuda.
La diputada de Podemos María Marín acusó al consejero de haberse “pasado tres pueblos” y de alinearse con “las posiciones más ultraderechistas”. Tampoco debieron sentar muy bien en un PP que acepta ahora el ingreso mínimo vital a regañadientes, dado el apoyo mayoritario que la medida tiene en la población. El consejero tuvo así que rectificar el día 3, justificando que solo se trataba de un retuit.
Sus palabras, sin embargo, han causado un gran malestar y mucha incertidumbre entre miles de familias. Y es que llueve sobre mojado. La semana pasada la vicepresidenta y consejera de Política Social ya puso en duda en una entrevista la tramitación del ingreso mínimo vital en Murcia si no recibían más dinero del gobierno central.
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