Se llama Elena Díaz, y además de haber competido en el campeonato de España de 10.000 kilómetros marcha, es pediatra en el Hospital Virgen de la Luz, en Cuenca. Nadie mejor que ella conoce la situación por la que están pasando los trabajadores del sector, que han tenido que soportar durante la pandemia una situación difícilmente comprensible para quién no lo haya vivido desde dentro.
Elena Díaz, que quedó novena, fue, sin duda, la noticia más destacada de la prueba. Cuando le preguntaron por qué lo hizo, aclaró, en primer lugar, que no afecta al rendimiento. También consideró motivos médicos: desconocía si podía ser una portadora asintomática de la enfermedad y no quería correr riesgos. Finalmente, reconoció, estaba la parte de visibilización y reivindicación.
El de Díaz es un ejemplo fundamental, ya que, aunque en algunas disciplinas profesionales y de alta competición el uso de la mascarilla no sea obligatorio, si lo va a ser en otros niveles. La Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, de hecho, han introducido en los protocolos de seguridad esta medida, que obliga a llevar la mascarilla incluso a los que estén en el terreno de juego (siempre y cuando no puedan mantener la distancia de un metro y medio).
TE NECESITAMOS PARA SEGUIR CONTANDO LO QUE OTROS NO CUENTAN
Si piensas que hace falta un diario como este, ayúdanos a seguir.
