"En su juventud, el hijo de Juan Carlos I contó con una fundación dedicada por entero a la promoción de su figura: la Fundación Príncipe de Asturias, de conocida opacidad y cuyo presupuesto se nutre de aportaciones de grandes empresarios. Además de entregar los premios homónimos, funcionó durante años como una máquina para fabricar la imagen del heredero, con la entusiasta colaboración de los grandes medios" Este es un fragmento del texto publicado por Isaac Rosa en 'El Salto' que puedes leer entero en su web.
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