"La guerrilla ha vigilado y esperado que no hubiera nadie en el edificio para acceder. Una vez dentro proceden a la 'vandalización' de tabiques y mobiliario de las estancias principales, aseos y cocina. Grupos de apoyo y una veintena de vecinas se movilizan rápidamente y se personan ante la finca para impedir el derribo" Este es un fragmento del artículo publicado en 2016 por 'La Directa' y 'El Salto' que puedes leer entero aquí.
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