Jacob Blake, un ciudadano de 29 años, fue disparado siete veces por la espalda cuando se dirigía a su vehículo. Dentro estaban sus tres hijos. Se encuentra en la UCI, “estable pero muy grave”, en un hospital de Milwaukee.
La policía de Kenosha, en Wisconsin, acudió tras recibir el aviso de un incidente doméstico. Los dos agentes trataron de arrestarlo, y Blake, en un principio, ignoró sus peticiones. Eso fue motivo suficiente para que uno de los policías tiroteara, aseguran los vecinos, hasta siete veces por la espalda el cuerpo del hombre. Por si fuera poco, su abogado sostiene que Blake, en el altercado que motivó la aparición policial, actuaba de mediador y de pacificador.
Este nuevo abuso racista ha reactivado las protestas en Estados Unidos, con enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. En la zona se había decretado toque de queda.
Angry protests erupted in the city of #Kenosha after #Wisconsin cops shot an unarmed black man in the back multiple times.
Jacob Blake, 29, is in a serious condition in hospital. pic.twitter.com/TgNXaMxBvp— th1an1 (@th1an1) August 24, 2020
Donald Trump no se ha pronunciado sobre el incidente. Si lo ha hecho su rival en las elecciones, Joe Biden, que considera que estos disparos “atraviesan el alma de la nación” y pide “una investigación transparente e inmediata”. También se han pronunciado de manera contundente algunos jugadores de la NBA. Donovan Mitchell, estrella de los UTAH Jazz, ha dicho: “A la mierda los partidos y los playoffs. Esto ya es enfermizo y es un problema real. Queremos justicia. Es una locura, no tengo palabras”. El equipo de la zona, los Bucks de Milwaukee, ha escrito también un comunicado de repulsa.
— Milwaukee Bucks (@Bucks) August 24, 2020
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