Más de 10 años de amistad y de vinculaciones profesionales enlazan a Carlos Herrera y Juan Carlos I. Su relación ha llevado al presentador no solo a ostentar las exclusivas que ha protagonizado el exmonarca, sino también a convertirse en adalid, desde su programa en COPE, de su defensa pública.
Tanto es así que Herrera prepara un libro en primera persona sobre el miembro de la Casa Real, propiciando encuentros semanales previos a su huida a Emiratos Árabes. Asimismo, desde su matinal, que ostenta el segundo puesto en los índices de audiencia, empeña en ensalzar su figura.
Desde COPE, emisora cuestionada por su pertenencia a miembros de la Iglesia –conocida como la radio de los obispos– y su criticada parcialidad, ha dirimido todo tipo de argumentos que, silencio mediante de supuestas implicaciones en tramas de corrupción, ha defendido, incluso, su partida a Abu Dabi.
“Sólo hay que ver quiénes son los que celebran esta decisión de Juan Carlos I para pensar que a lo mejor no habría que estar tan contento”, alegaba como excusa mientras lanzaba la exclusiva a través de la transcripción de la carta en la que el antiguo inquilino de Zarzuela explicaba los motivos.
Achacaba los escándalos a las “malas compañías” ensalzando su reinado. “¿Quién no está expuesto a un comportamiento inadecuado?”, se preguntaba el periodista mientras profería una ristra de críticas hacia el Gobierno de coalición.
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