“Una empresa sin apenas estructura que reclutó a tres médicos venezolanos residentes en España con una visa de estudiante y a los que no se dio de alta en la Seguridad Social”. Esa fue la compañía responsable, según se puede leer en este reportaje de Laura Galaup, de la ‘medicalización’ de las residencias, la calificada como “operación Bicho”.
El medio lleva en portada un largo artículo en el que desgrana la realidad del trabajo, de la empresa y de los trabajadores encargados de ejecutar lo que la presidenta calificó de “plan de choque” contra la COVID-19 en las residencias. Un plan que, a juicio de Fernando Peinado, autor de la crónica de ‘El País’, fue “caótico y a todas luces insuficiente”. Al frente del mismo se situaba Encarnación Burgueño, una persona sin experiencia, pero hija del ideólogo de la privatización sanitaria en Madrid, Antonio Burgueño.
Burgueño (hija) ha saltado a la fama por unas declaraciones en las que se felicitaba por el trabajo realizado. “Llevamos en torno a 8.700 abueletes vistos. ¿Sabéis lo que es eso? ¿el curro que habéis hecho? En una semana... Flipo colorines. Como sigamos así nos vamos a hacer los reyes y los amos de la gestión sociosanitaria de Madrid Comunidad Autónoma. ¿Vale? Flipo. Sois geniales. Vais a hacer que mi sueño se consiga, que es trabajar en el mundo sociosanitario. Tener mi propia empresa”, decía.
Encarnación Burgueño fue también la responsable de sumar a la operación a Transamed, la empresa cuya estructura radiografía hoy ‘eldiario.es’. El gerente de esa empresa, Eduardo Aragonés, concedió una entrevista a la Cadena SER en la que se mostraba de acuerdo con Antonio Burgueño (padre): también creía que los ancianos “habían sido abandonados a su suerte”.
En esa entrevista en ‘Hoy por Hoy Madrid’, Aragonés reconocía la mala situación económica que atravesaba su negocio. En ella se ha debido amparar para justificar el no realizar ningún contrato a tres médicos venezolanos que vivían en España con visado de estudiante.
El testimonio del personal no sólo prueba una gravísima praxis laboral. También que las residencias no fueron medicalizadas.
“Una medicalización fake”
“Una medicalización fake a través de una empresa pirata. Las residencias no se han medicalizado, y las consecuencias de esto las sabemos todas: han sido desastrosas”. Esta es la reacción de Paloma García Villa, portavoz de Unidas Podemos-IU de Políticas Sociales en la Asamblea de Madrid, tras conocer la noticia. “No vamos a parar hasta que se sepa absolutamente toda la verdad y se haga justicia. Y también hasta que no vayamos a un modelo de residencias y de trato digno a las personas que viven en ellas”, ha asegurado.
Emilio Delgado, de Más Madrid, habla de una “cadena de decisiones” que “han ido estrechando el campo de posibilidades de supervivencia de muchas personas mayores”. “Primero los protocolos de la vergüenza que les excluyeron de asistencia hospitalaria, después el rechazo al plan de evacuación que propusimos desde Más Madrid y, finalmente, una medicalización fallida al dejarla en manos de afines sin experiencia que con la marca de precariedad que caracteriza la filosofía del PP, subcontrataron a empresas de ambulancias que a su vez encargaron las tareas a personas sin contratarlas siquiera”, ha lamentado.
Pilar Sánchez Acera, del PSOE, ha hablado de “despropósito y negligencia” en su cuenta de Twitter.
Despropósito y negligencia, la medicalización d las residencias d la @ComunidadMadrid fue esto👇 https://t.co/wx9DXHWC4i vía @eldiario_Madrid
— Pilar Sánchez Acera (@psacera) June 29, 2020
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