Toda la derecha insiste en hablar de ‘okupación’. Independientemente de las estadísticas y contra la advertencia de los expertos, que dicen que la alerta fomentada por ciertos partidos y medios de comunicación no se corresponde con los datos.
Vox competirá esta semana con el PP por aunar la atención en torno a sí con el asunto. Según informa la agencia Europa Press, va a “forzar” que el Congreso vote una resolución que pide “penas de cárcel” para los okupas y una mayor protección “para los legítimos titulares de los derechos reales”.
El partido de Abascal considera necesario modificar el Código Penal o la ley de Enjuiciamiento Criminal para, entre otras cosas, permitir a la policía actuar sin autorización judicial previa.
Los de Casado, por su parte, han instado una discusión en la Comisión Constitucional para evitar que las personas que okupen tengan derecho a empadronarse.
Un problema inflado
Muchos expertos advierten de que el problema está inflado. El juez Joaquim Bosch reconoció, por ejemplo, que en 16 años como magistrado de instrucción no había tenido una okupación de primera vivienda. Y considera que detrás de esta alarma se esconde un intento de generar miedo social por intereses económicos.
En 16 años como juez instructor no he tenido una sola ocupación de 1ª vivienda. Todas han sido de inmuebles vacíos, sobre todo de bancos y otras entidades. Hay que aplicar la ley, pero también garantizar el derecho a la vivienda, sin generar miedo social por intereses económicos.
— Joaquim Bosch (@JoaquimBoschGra) August 25, 2020
“¿Hay datos de que el problema se haya agudizado estos meses? No, sobre todo porque apenas hay datos. ¿Se puede echar a alguien que se mete en tu casa? Es inmediato, contestan los jueces. ¿Son posibles esos casos que salen en la tele de alguien que vuelve a casa y se encuentra gente dentro? Son muy raros, aunque se presenten como habituales. La realidad es que la inmensa mayoría de ocupaciones son de pisos vacíos de bancos y entidades jurídicas, donde la justicia sí tarda más, pero que no crean alarma social salvo si son ocupantes conflictivos”, sintetizaba hace dos semanas el periodista Íñigo Domínguez en ‘El País’.
Dani Domínguez, en ‘La Marea’, realizó tres piezas en el medio para tratar de separar el grano de la paja. “En estos momentos, las okupaciones se han convertido en las reinas de los sucesos, porque remueven por dentro y porque tocan uno de los tótem de las sociedades actuales: la propiedad privada. “Pero al privilegiar los sucesos y llenar ese tiempo tan escaso de vacuidad, de nada o casi nada, se dejan de lado las noticias pertinentes que debería conocer el ciudadano para ejercer sus derechos democráticos”, concluía la primera, citando a Pierre Bordieu.
TE NECESITAMOS PARA SEGUIR CONTANDO LO QUE OTROS NO CUENTAN
Si piensas que hace falta un diario como este, ayúdanos a seguir.

Queremos garantizar que los debates y comentarios que se generen en nuestras noticias sean de la calidad que cada una de vosotras y vosotros merece. Por ello, tan solo nuestras socias y socios tienen la posibilidad de interactuar de esta forma, ÚNETE AQUÍ y colabora con la información que no rinde tributo a intereses privados ni poderes económicos.
Si tan solo quieres leer los comentarios,
PUEDES REGISTRARTE COMO USUARIO/A